miércoles, 2 de noviembre de 2011

Distinto


Todos quieren tener algo único. Como las tetas de la vecina. Aunque al final se líen con la Mary, que las tiene como todas: normales. Es el sueño te todo macho, la maquina única, el objeto único, la exclusiva.
Este, un belga que la pasea por el barrio bruselense de Marollen, ha tardado tiempo en conseguirla. Esta pintada a mano con brocha. Horas ha currado algún proletario en tener la atención. Digo la atención ya que hermosura no tiene. Pero llamar la atención lo que quiera. Todos se vuelve a mirar el Fiat al pasar. Muchos la fotografiamos. Son como las tetas de la Mary, que siendo normales, todos las miran cuando las enseña, ella que nada muestra. ¿Ya han adivinado cual es la diferencia? Yo no. Ese es el secreto, de ella. Si quieres saberlo, pregúnteselo a la Mary. Rajoy no se lo va a contar; como el programa.

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