domingo, 20 de noviembre de 2011
Provocando a las ninfas
Es como el misterio de la santísima trinidad. Los baños con espuma son para las hembras. Resulta una imagen erótica. Dicen. Yo de esto entiendo poco. Quiero entender poco, ya que a mi lo de ver erotismo en la espuma les juro que no me entra. Lo que si me entra es aprovechar los baños de los hoteles, con el añadido de los pies martirizados después de patear las ciudades que visito, y la colaboración de esas dos horas tontas antes de irse a cenar, para militantemente dejar el cuerpo sumergido en estos baños de teoría afrodisiaca. Que uno acostumbre hacerlo solo no se debe a las bañeras raquíticas de los hoteles. Que aunque hay de todo, suelen ofrecer espacios generosos para el sexo compartido. Pero ya ven ustedes, entre tanta espuma, no hay ninfa que se encuentre.
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