domingo, 15 de enero de 2012

Pajareros







Los últimos temporales que han barrido las costas europeas no solo han traído vientos y calamidades: Tejados desaparecidos, árboles caídos, carreteras cortadas, aguas fuera del orden, algún fallecido…Frente al drama, la alegría y diversión de los pajareros; esa tribu que se desplaza silenciosa a golpe de SMS, WahatsApp’s, Twitter’s, tras el pájaro único, distinto, exclusivo.
Yo también fui pajarero. O al menos utilice el sistema para explorar los mejores lugares de las costas de Europa. De punta en punta y tiro porque me toca. Allí, en aquellos sitios imposibles, clandestinos, maravillosos. Donde la naturaleza se mantiene salvaje. Donde El paisaje es todavía naturaleza. Fuera del cemento y, sobre todo, de las masas. Allí se pueden ver los pájaros que nadie ve.
Luego aprendí que delante de tus ojos, incluso entre el alquitrán y el cemento, también hay una jungla, una selva, que se nutre de ello y vive. Aprendizaje complejo que lleva a discutir que solo la conservación de lo perdido es la única opción para sobrevivir.
Aquí los tiene. Holandeses, belgas, franceses, todos colgados de sus aparatos. ¿Que buscaban? El pájaro que no se encuentra. ¿Qué veían? Petreles, pardelas, paiños, algún petrel perdido. Esos pájaros que viven en el océano. Si usted los ve, ya sabe, agárrese que el viento, si no ha llegado, también lo hará volar.

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