miércoles, 18 de julio de 2012

Historias de Compostela: La banda de música



Los locales ya llevan una hora acomodados. Para los pensionistas madrugadores hoy toca silla. Que la banda no esta al completo: faltan músicos y sobran sillas.
Los turistas pasan sin inmutarse. Unos despistados. Algunos ociosos. Los más desinteresados. ¿Qué se puede obtener de esos uniformados con pinta de desfarrapados? Antes de que se les contesten ya se han ido opinando el despótico nada.
Ellos se lo pierden. La cosa empezó hace más de treinta años. Cuando nombraron al viejo director de la banda municipal de Santiago que se empeño en educar musicalmente el oído del pueblo. Se rieron de el todos los intelectos del orbe local.
La banda tenía la sana costumbre de acudir no solo a entierros y demás solemnidades municipales. Un domingo si y otro también. Sin lluvia en el palco de la Herradura, con ella bajo los soportales de la muy Rua do Vilar, a las 12 horas en punto, cuarto mas y a veces mas que mas, se arrancaba a pasodobles y charangas de la tierra y meseta colonizante.
El viejo director lector del Arte de la Guerra, comenzó a incluir arias, oberturas y algún “con tutti” entre zarzuela y zarzuela. El publico no se rebelo. Entre la curiosidad y la aprobación comenzaron a exigirle más de aquellas cosas “novas”. La intelectualidad acudió a golpe de paraguas en masa. Hasta Mahler allí nos tocaron con aplauso de tradición y gusto.
Aquel viejo director ya lo han jubilado. Hoy Xose Carlos Seráns, con otros músicos jóvenes y virtuosos siguen con el mismo juego. Hoy, a las 7 de la hora, en punto, y detrás de un juego con Camino de Santiago, se descolgó con los Maestros Cantores de Wagner que el público aplaudió a rabiar.
Ya sabe, estos días, a las 7 de la tarde en la Praza das Praterias, en Compostela capital.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

en el mismo lugar al mismo tiempo. Una pena que no hubiera encuentro compostelano. Bicos Cris

MarOceano dijo...

Agora que vou vello e mais que nada miro, preguntome de cotio como e que todas as mulleres que pasan os dias consumindo libros son incapaces de ponher nunha folla, nunha pantalla,duas verbas en armonia. Parece que absorver escritura predisponhe a non podela escreber.
Ou sera que as mulleres soio comunican dandolle a faladoira. Quen sabe.
Eso si, unha magoa.