jueves, 26 de diciembre de 2013

Cruceros suizos


 
Los que somos galaicos de nación amamos los cruceiros. ¡No confunda! Nada que ver con iglesias ni religiones. Esas cruces que jalonan los caminos de la tierra no son más que las marcas de los puntos de encuentro de tiempos pasados, en los que el devenir de la vida no estaba marcado por el precio de la gasolina.

Los que jamás llevaron las vacas a pastar al monte no entienden eso. Eso que hoy les parece extraño. ¿Vacas? ¿Monte? ¿Cruces de caminos? ¿Salir de  “manhancedo” y volver de “noite preta” para ir a la  feria de Monterroso? Esa, la de “catro frades a cabalo dun raposo”

Dediquese al turismo. Aquí les pongo. Fotos de unos cuantos cruceros que se levantan por los caminos de la Suiza Alpina. En esos lugares donde solo pasan caminantes. Como toda la vida.

A los gallegos se nos daba por el granito, material nuestro que resiste al agua. A los suizos se les da por la madera tallada. Esa madera que en las altitudes alpinas se convierte en granítica. Deja pasar el pincel para hacer policromías que alegran el alma. Por qué rezar, ¡jamás he visto en mi vida a nadie hacerlo! Ya me contaran quien va a pararse en el camino a soltarse un padrenuestro cuando quedan tantas millas por delante y el lobo, quien sabe, acecha.



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