domingo, 30 de noviembre de 2014

El cementerio de barcos de Salen Bay



Ahora que el pais esta de luto no cabe mas opción que hablar de cementerios. Lo del luto, por si no se ha enterado, se lo explico. Después de haber votado con pasion a un registrador de la propiedad que les ofrecía el paraíso y los sodomizo y sigue sodomizando con dolor cruel, van y se suben a la flauta que les toca una pandilla de profesores universitarios que les ofrecen la redención por fascículos y la exterminación de la vieja casta, que ya no hay sitio para ellos. Usted comprenderá que si ya es de imbeciles meterse en el ataúd de un registrador, es de suicidas dejarse llevar por un aspirante a profesor numerario que jamas, repito, jamas, explico cual es el plan.
Y ese es el cogollo, niños, ninfas, señores y hembras. Dos y dos son cuatro y no cuarenta. Sigan soñando. Cuando la ola les moje el alma les repetiremos, por joder, que la culpa es suya.

¿Que tiene esto que ver con los viejos cementerios de barcos? Todo. Vuelvo a explicarles. En los paises civilizados eso ya no existe. Dejar el barco de palo en una esquina de ribera para que se lo lleve el tiempo ya no es posible. Eso contamina mas que la leche francesa que les vende en Alcampo. El mundo europeo civilizado no esta por la labor de ahorrarle dos euros al armador y costarle millones al impuesto pagante. Alii los barcos, se desguazan industrialmente. Se recicla lo que  se puede. Se destruye lo contaminante. Es la asepsia, siempre mas barata, de pensar en el hoy y mañana.
¿Donde se sigue dejando los barcos en las esquinas de las aguas? Exacto. En las periferias donde nada hay ya que lo robaron todo. En las rias de Galiza. En las rias de Bretaña. En las islas apartadas de Escocia… En esos sitios que pasaron de centro del mundo a periferia de la miseria. 

Aquí les dejo unas fotos de la rada de Salen, en la isla de Mull. No tiene perdida. A mano derecha, en el camino que lleva de la rampa del ferry al puerto de Tobermory. Esos barcos de palo para hombres de acero dejan unas fotos hermosas. Pero es podremia. Total. Dejan el agua contaminada de aceites, plomo, venenos industriales. En su alrededor todo es muerte. Allí solo crecen algas que se nutren de malsanias. Con hermosura. Disimulando la carga asesina. Le pasa como al registrador y al descamisado. Detrás de la mascara, del no saber como, viene la enfermedad. 




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