Subir al Cervino es una cuestión técnica. Hay montañas peores en los
Alpes. El drama de su ascensión – mejor dicho descenso- en 1865 lo convirtió en
un mito . Al que no es ajeno una meteorología siempre cambiante. Allí arriba
siempre hay nubes.
Mas complicado es la elección de cual
Cervino escalar. La cara suiza presume tener unos cuantos centímetros mas que el pico italiano.
Muchisimo mas complicado y peligroso, por cierto. El mundo que hoy se atreve
suele hacerlo desde Schwarzsee. De allí trepan a la Cabaña Hörnli, donde
comienza la ruta mas frecuentada. El resto es jugarse la vida entre avalanchas
de nieve y caídas de rocas frecuente. Vaya por donde vaya.
Ir puede ir a Furi. A donde vamos todos. En peregrinación. No crea que es
fácil. In invierno sin bastones y crampones es suicidio. Llegara pero no
volverá. En verano masoquismo puro. Sol no hace mas que a parroquias. Todo el
recorrido será en sombra. Y viento. Ese viento cabron que agita los pies de
cualquier montaña seria. Esta avisado.
¿Qué hay en Furi? Uno de los restaurantes mas sabrosos de la zona. Con el
mismo precio. Y la competencia mas barata. En un antiguo pueblo de vaqueros. A
donde subían las vacas de mayo a septiembre para nutrirse en los pastos de
verano. Si usted se pregunta como es posible que suban allí en invierno las
cajas de vino ya sabe la respuesta: Hay una pista apta para orugas bien
camuflada entre los arboles. Pero usted, montañero, usted trepa como todos por
el camino de cabras.
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