Mientras
que vamos preparando la próxima excursión, leemos. No se puede viajar sin leer.
Antes y en el camino. Guías de viaje le recomiendo leer pocas. Se copian todas.
Incluso las de “ renombrada calidad”. Da bochorno leer como las faltas se citan
y recitan sin que a nadie se le caigan los colores. Esto no quiere decir que
deba salir al camino sin un mínimo de información. A veces esta, de calidad
suprema, se encuentra, como los mejores lugares, por las esquinas perdidas.
Hace un
par de meses me encontré en la Central del
museo Reina Sofía de Madrid este librito. Me lo traje a la dacha
holandesa y me lo acabo de zampar de un tirada.
Si
usted como yo adora visitar las librerías del mundo debe leerlo. Es la recopilación mas completa de lugares e historias de libros y libreros, con una cierta
actualización. El autor describe sus amores y sus fobias. Comparto algunas,
otras no. Aplaudo la destreza con que lo hace. Mojarse en los tiempos actuales
ya no se lleva.
Agrupa
las librerías por lugares, lo que se agradece para releer rápidamente
preparando los próximos destinos. Le dedica espacio suficiente a las librerías
de lugares míticos como Paris o San Francisco, pero también Porto, Lisboa o
Estambul.
Solo
tienen un inconveniente, al ritmo que estas van cerrando empiezo a pensar que
cuando yo llegue muchas de ellas se habrán convertido, lo de siempre, en un
puto banco.
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