Fue aldea, pueblo,
villa. Hoy es dormitorio de Boulogne sur le mer. Donde los parias del mundo y
los hipsters buscan alquileres baratos. En verano se llena de bañistas y balandristas.
En este otoño de viejos camperistas y parejas perdidas.
Tienen un camping abierto todo el año donde te sablean como en un hotel de cuatro estrellas. Esta
a tope. En el duermen los proletarios del mar hacinados en barracas de las que
no paran de salir hombres taciturnos de mañancedo. En aparente armonía turistas y explotados. Si no lo entiende debería
preocuparse: es la lógica del capital.
Wimereux era la
entrada a la ruta de los dos cabos viniendo del sur. Sigue siendo algo de ese
nombre y otro contenido. En mi prehistoria particular, treinta años y tal, era
un territerio salvaje donde acababan las arenas del mar del norte. Unos
acantilados sobervios te permitian ver la Gran Bretaña los dias de sol. Los
acantilados siguen alli. Los hijos de la gran Bretaña ya estan a ambos lados.
EL pueblo sigue buscando fosiles a golpe de martillo. Hay quien presume de
encontrar dientes de tiburon. Ya, en el mar del norte....Mitologia heroica de
viejos.
En Wimereaux todo es reserva.
Por mucho que la modernidad de las abundantes exposiciones de fotógrafos
intenten resucitarla. ¿En su pueblo todos los hipsters que no saben que hacer
se hacen fotógrafos? Aquí por lo visto, si. Algunos incluso consiguen ser
buenos. Serán los efectos colaterales del mar
Efectos colaterales
es la diarrea del viajero si no escoge bien el restaurante. En Wimereux le dan
pescado a precio asequible. El puerto de Boulogne nutre a media Europa de pescado
mas o menos fresco. Busque antes de lanzarse al primero que encuentre. Los hay
de todo tipo y precio. En la braseria de la plaza es donde estaba el pueblo y
cominos decentemente. Pero hay mas.
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