domingo, 3 de enero de 2016

Fotos en el avion



Aprovechando que el mundo balbucea no se que de navidad y se gasta lo que no tiene, me gaste los últimos euros ahorrados en una visita a Córdoba y Ganada. Por ese orden. Que debería ser otro. Luego le cuento.

Desde la dacha en la que duermo la lógica barata era un vuelo de la compañía pobre de la KLM, Transavia, de Eindhoven a Málaga. Conseguí un billete a excelente precio y alli fui y llegue con eficacia nórdica.

Partir a las 8 de la mañana de un día soleado de invierno da para unas vistas extraordinarias. El cielo holandés ardía en todo el horizonte. Malo que las ventanillas de los aviones no solo estan siempre sucias, si no que los plásticos estan horadados de cientos de agujeros, impactos dicen, de cualquier cosa viviente que surca el aire.

Puede usted acojonarse y pensar que algún día la dichosa ventanilla explotara. Ocurre algunas veces. Por eso se le aconseja, entre otros motivos, ir todo el tiempo con el cinturón abrochado. Pero la probabilidad de que le ocurra es la misma de que en este instante el dichoso avión le aterrice en su cabeza. Puede hacer el calculo echando mano a la Teoría de las Catástrofes que se presta al hecho matemático de realizar la probabilidad.

¿Como se consigue fotografiar sin que se le arruinen las ganas? Con paciencia. Es cuestión de usar una lente con tele y buscar la distancia focal mas adecuada. Yo lo practico nada mas aposentarme en la silla ya que usted debería saber que ese instante único no espera ajustes de ningún tipo.

No todas la ventanilla esta desgraciada. Hay que busca el lugar menos dañado, y ya puesto juegue con las “gotas” que las muescas de mosquitos y el sol le ofrezcan.

Contaba mi difunto padre que cuando llegaros los socialdemócratas al poder lo primero que hicieron fue sacar fotografías de todo el país a la búsqueda de los chales con piscina que estaban registrados como alpendres para la labranza. Lo justificaban bajo la película de la persecución a los contrabandistas, de aquella, de tabaco. Como todo el mundo sabe a estos los dejaron en paz y hacienda somos todos, se agarro a la clase media que en aquellos años quería ser como cualquier vaquero de Dallas.

Hoy ya no se estila. Pero puede usted contemplar la desfeita de los años del despilfarro. Para muestra le pongo llegando a Andalucía las innumerables rotondas que cualquier alcalde les hizo a sus lugareños que todavía estan esperando la llegada del progreso.

No se me depriman, que entre una cosa y otra, ya ha pasado la navidad.



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