Aprovechando que el
mundo balbucea no se que de navidad y se gasta lo que no tiene, me gaste los
últimos euros ahorrados en una visita a Córdoba y Ganada. Por ese orden. Que
debería ser otro. Luego le cuento.
Desde la dacha en la
que duermo la lógica barata era un vuelo de la compañía pobre de la KLM,
Transavia, de Eindhoven a Málaga. Conseguí un billete a excelente precio y alli
fui y llegue con eficacia nórdica.
Partir a las 8 de la
mañana de un día soleado de invierno da para unas vistas extraordinarias. El
cielo holandés ardía en todo el horizonte. Malo que las ventanillas de los
aviones no solo estan siempre sucias, si no que los plásticos estan horadados
de cientos de agujeros, impactos dicen, de cualquier cosa viviente que surca el
aire.
Puede usted acojonarse
y pensar que algún día la dichosa ventanilla explotara. Ocurre algunas veces.
Por eso se le aconseja, entre otros motivos, ir todo el tiempo con el cinturón
abrochado. Pero la probabilidad de que le ocurra es la misma de que en este
instante el dichoso avión le aterrice en su cabeza. Puede hacer el calculo echando
mano a la Teoría de las Catástrofes que se presta al hecho matemático de
realizar la probabilidad.
¿Como se consigue
fotografiar sin que se le arruinen las ganas? Con paciencia. Es cuestión de
usar una lente con tele y buscar la distancia focal mas adecuada. Yo lo
practico nada mas aposentarme en la silla ya que usted debería saber que ese
instante único no espera ajustes de ningún tipo.
No todas la
ventanilla esta desgraciada. Hay que busca el lugar menos dañado, y ya puesto
juegue con las “gotas” que las muescas de mosquitos y el sol le ofrezcan.
Contaba mi difunto
padre que cuando llegaros los socialdemócratas al poder lo primero que hicieron
fue sacar fotografías de todo el país a la búsqueda de los chales con piscina
que estaban registrados como alpendres para la labranza. Lo justificaban bajo
la película de la persecución a los contrabandistas, de aquella, de tabaco.
Como todo el mundo sabe a estos los dejaron en paz y hacienda somos todos, se
agarro a la clase media que en aquellos años quería ser como cualquier vaquero
de Dallas.
Hoy ya no se estila.
Pero puede usted contemplar la desfeita de los años del despilfarro. Para
muestra le pongo llegando a Andalucía las innumerables rotondas que cualquier
alcalde les hizo a sus lugareños que todavía estan esperando la llegada del
progreso.
No se me depriman,
que entre una cosa y otra, ya ha pasado la navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario