lunes, 1 de febrero de 2016

Lecciones de Islandia: los vehículos para la aventura (¿o era el viaje, el camino, la carretera, etc?)


Cuentan que el ultimo Land Rover Defender ha sido fabricado. Se acabo el mito. 70 años construyendo un vehículo mediocre a golpe de bombo y platillo. Imagínese como eran los de la competencia. ¿Peores? De eso nada. Cualquier Toyota Land Cruiser siempre fue superior. Les faltaba el sexy. En lenguaje moderno.

Los apasionados discuten ahora en las noches de invierno si dentro de pocos tendremos alternativa al Land Rover. Una perogrullada. No hay alternativa. No se necesita. En el mundo moderno hemos asfaltado los destinos de la vida y ya no es necesario aquel tractor civilizado que te llevaba por donde ni corredoiras había.

Aunque algunos se empeñen en conservar la estética.  Todos los veranos cientos de europeos recorren las pistas de Islandia en esos cacharros imaginando el esfuerzo innecesario. Que de vez en cuando un local en una simple ranchera haga el recorrido no hay que verlo. Hay mas destinos, no crea. De Laponia al África de cuatro carriles. Yo incluso  de verano también recorro las pistas de tierra de mi infancia. Imaginando. Conclusión, lo del 4 x4 es para cultivar la testosterona. Ahórrese la plata.


¿Le entra la depresión estética? No debía. Que el Land Rover mítico deba ser enterrado no quiere decir que usted siga viajando en el Sinca. Mentalmente hablando. Hoy el vehículo para la aventura se llama una furgoneta. Modelo el que usted quiera. Completa o en eterno proyecto. Aquella que lo lleva, lo cobija del frio, le da de dormir gratis, le sirve para los polvos, los lodos, el transporte de las gangas del camino. Aquella que siempre disimula, camuflando la privacidad que el viaje implica. No hace falta llevar la tabla de surf en el techo anunciando la colonización mental Californiana como ahora estilan los modernos. Lo que si hay es que salir a la carretera. Esa, lo de la aventura. La que hoy esta asfaltada.

No hay comentarios: