domingo, 31 de enero de 2016

Islandia: entre los restos de la caldera del volcan Krafla



Queda un tanto fuera de las tradicionales rutas turísticas. Para llegar alli hay que hacer carretera. Lo que se agradece. Hay poca gente. Andar dando saltos de cabra tampoco es la actividad favorita de los turistas. Aunque no se confunda. Entre el publico visitante figuran la generación deportiva de Europa.

Hay quien marcha despavorido por los vahos y el eterno aroma a azufre, huevos podridos si le va mas. Es una exageración. Los vahos pueden ser abundantes en los dias fríos, se notan mas, vamos. Pero no matan. El viento siempre reinante los lleva rápido. El olor rezumon es constante pero te acostumbras. Vas a lo que vas.




¿A que vas? Alli hubo, hay, una región de actividad volcánica que en 1984 se puso por ultima vez a rugir. Volverá. Origino lo que se conoce como los fuegos de Krafla. Todavía hay hermosas imágenes en la red.

Algo se ha enfriado desde entonces. Sigue echando humo y la tierra esta caliente. No se engañe. Muy caliente. El volcán se ha recompuesto. En la nueva caldera de Vite. Los rastros de la vieja se pueden contemplar en la cima. Alli ya no llega los turistas. Si el viento y el frio. Merece la pena




Esta avisado, de deportivas volverá sin tobillo. Aquello precisa buen calzado, ropa de abrigo, agua que no hay y echará de menos, y algo que le compense los hidratos de carbono. Una vez alli arriba habrá llegado a la conclusión de que esta vez, si, ha llegado a la puerta del infierno. No entre. De momento.

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