miércoles, 4 de agosto de 2010

Aeropuerto de Bruselas


Volví a casa. Volando. Sentado al lado de la ventanilla del avión. Lo que detesto. Esta vez no había asientos libres al pasillo. Decía el tipo del mostrador. Vete tú a saber.
Para compensar me dedique a contemplar el paisaje. Allá lejos. A tus pies. Intentando adivinar la geografía. Arte complicado. A no ser que llegues a Ámsterdam y te veas los canales holandeses. Bruselas, mi destino esta vez, era harina de otro cantar. Imposible de saber donde comienza. Si contemple la costa gallega, el paso por el Cantábrico. Entrar por algún punto de la costa bretona (¿). ¿Quién sabe?
Llegamos a Bruselas. Un cómodo aeropuerto europeo. De tamaño aceptable. Donde hay de todo. Desde donde se puede ir a todos los sitios. Volvimos a casa. A una de nuestras múltiples casas. Lo conocido. Donde nos encontramos, eso, como en casa

lunes, 2 de agosto de 2010

Tranvias portugueses


Uno, que pertenece a la cofradía de los que piensan que cualquier tiempo pasado fue peor, detesta la nostalgia. Lo que no impide que de vez en cuando le den ataques de la misma. Paseando por la ribeira porteña, bajo un sol asesino, a la búsqueda de un taxi salvador, dimos de bruces con el tranvía que en otros tiempos te llevaba de Porto al Maroceano. Hoy te sigue llevando. En un recorrido raquítico para turistas y nostálgicos. A ritmo de Concorde. Se niega a parar donde no hay parada. Ya no se detiene para que podamos dar unos tragos de agua en la fuente. Ni esperar a que suba la pescantina que vende sardina y cuerpo. Ya no frena ante la señorita. Ni carteristas siquiera lleva. Va vacio. Con la crisis marcho el ultimo turista. Eso: cualquier tiempo pasado fue peor.

domingo, 1 de agosto de 2010

Duero arriba Douro abajo


La geografía francofascista nos hacia aprender los ríos inmensos de España y sus afluentes margen derecha e izquierda. Empecé a desconfiar cuando cruzando aquella Castilla miserable y ardiente un verano de ya no me acuerdo en el Seat 1500 de mi sr. padre, descubrí que, uno tras otro, de aquellos imponentes ríos no eran mas que regueiros sin agua. El Eume llevaba mas metros cúbicos que cualquiera de aquellos cauces de nombre imperial vacios . Por no mentarles al padre Minho que unía cuando lo cruzábamos a comprar el café de Angola en las tiendas de Fortaleza, diga usted Portugal.
Aprendimos antes lo que era el Douro, la patria del vino, que el Duero, que no nos decía nada, tan lejos, ¿llevara también agua?
Hoy volví a patear por la ribera del Douro. Donde ya no hay la vida que también retrataron los azulejos de la estación del camino de hierro de Porto, Oporto para usted, castellano parlante. Pero queda la esencia tecnificada por la modernidad. En las nuevas uvas, los nuevos vinos, las nuevas cosechas. Los portos eternos. Si tiene tiempo vaya a Porto y mire la costa. Pero no deje de subir rio arriba. A contemplar las terrazas llenas de uva, de vida.



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lunes, 26 de julio de 2010

De vuelta a Porto


Mas que bajar me subí al aeroplano que me llevo a Porto pasando por Génova. No es la forma más lógica de viajar, ya que allí no se me perdía nada. Son las vueltas del viaje moderno que te transportan de aeropuerto a aeropuerto, antes de llegar a tu destino. Giras como un mono en un tiovivo. Pero arribas.
Llegamos con tres horas de retraso. Por huelga de no sé quién. Perdimos la comida de bienvenida que nos daban. La cama, ya pagada, seguía en su sitio. Tras la ducha rápida fuimos a ver lo que no sabíamos que existía: las viejas fabricas en la ribera del Duero / Douro, rio arriba. Hoy convertidas en hotel y restaurante de postín con calidad inversamente proporcional al paisaje.
Las chimeneas han dejado de apestar al paisanaje. La casa del señor dueño tiene aspecto de pazo gallego. Es el paisaje de un país que nunca existío, ya que no supieron ni los dejaron. Aquellos que creyeron que el enemigo era el rey. Erro histórico ya que siempre fue es y será la iglesia. Las iglesias de Compostela y Braga. La iglesia de la lotería redentora que jamás toca. Pero eso es otras historia.

domingo, 11 de julio de 2010

El ladrón de motores fueraborda


Una mariconada. El mejor fin de semana del año para navegar. Todos los descebrados eyaculando delante de la televisión a costa de las piernas del prójimo para compensar lo que no tienen. El mar vacio. Todo para mí. De norte a sur. De poniente a occidente. Yo y mi bote. Solos por un día.
Me lo habían castrado. El fueraborda reparado tras varios intentos no estaba colgando de la popa. Se lo habían llevado. A pesar de la cerradura que lo protegía. Profesionales ellos. Lo que es de agradecer. Ni una sola ralladura le hicieron al barco. Educadamente dejaron los hijos de puta la boya salvavidas que les impedía la maniobra fijada al timón. No fuera ser que se la llevara el viento. Tan solo un rastro minúsculo del hierro partido que no vieron en la noche estropeaba la asepsia del acto.
¡Que te entren cucarachas por el ano y virus varios por la uretra hasta que de dolor insoportable te tires de un acantilado para remediarlo, señor ladrón de motores fueraborda!
1299 cuesta uno nuevo. 1399 si cambiamos a otra marca que no se sabe si es mejor pero más bonito. Es lo único que pregunta el agente de la autoridad local cuando fui a hacer la denuncia. ¿Lo tiene asegurado? ¡Seguro debía de estar si tu estuvieras vigilando, canalla!
No es cuestión de encabronar a la autoridad, por lo que nos comimos el discurso frustrado. ¿Qué va usted a hacer con mi denuncia? ¿Nada? Debería saberlo: Es para la estadística. Como pensar no tiene fronteras, lo extermine en el acto rememorando las escenas mas salvajes de Apocalipsis Now. Muy agradecido por el papelito a ver si el seguro paga algo. Iluso, ¿no has leído la letra pequeña?.
Total, que nos volvimos para casa a sentarnos delante del ordenador a la búsqueda del tendero más barato que nos permita lo más pronto posible volver a salir al mar. Un consuelo fue contemplar la tormenta que barrio las costas esta noche mientras dormía al lado de la niña de mis ojos. Y saber que el hijo puta, el ladrón prostático que me robo mi Mariner reparado para mal venderlo por 600 euros, no pego ojo en toda la noche mientras se rascaba el aparato que ya le empieza a caer.
¿Imaginación? No provoque a las meigas despertadas por conxuro ben feito

domingo, 4 de julio de 2010

Medusas


El día se proponía esplendido: Sol radiante. Viento del suroeste fuerza tres. Agua a 19 grados. De timonel, la ninfa de piernas de gacela, boca de nácar, y lo que no les cuento. Elixires de los monjes bien frescos a bordo. Quesos de abadía. Sardinas en puro oliva. Pan campesino pudiente…
Y el océano lleno de mantos blancos de medusas que no dejaban mojar ni los pinreles. Una plaga. Dicen que por aquello del aumento de la temperatura del mar a pesar del invierno atroz que hemos tenido.
Se irán en agosto. Dicen. Se quedaran hasta la eternidad. Dicen. Los pesimistas. Cada vez hay más. Dicen. Todos.
Hay quien las comparan con las hembras. Son hermosas. Más si las contemplas en el agua. Buceando. Hasta que las tocas y te pican el alma que solo alivia un poco de vinagre autentico. Lo que no siempre es verdad. Como esta de la foto. Que no tiene tentáculos y no pica. Se nutre de algas y otros nutrientes. Solo irrita cuando la tocas demasiado. Cómo las mujeres