lunes, 29 de junio de 2009
Trabajando en la desembocadura del Duero/ Douro
Imagine que desde la ventana de su oficina contempla una vista como esta. La desembocadura del Douro o Duero, en Porto. Imagine que la visión no se tiene solo desde la oficina del potentado, si no que en decisión democrática se comparte por todos los pisos del edificio construido según la filosofía de salas sin paredes divisorias y espacios limitados tan solo por el mobiliario. Imagine que usted trabaja con una basca de tíos y tías informales que de común acuerdo tiene sus móviles en vibración y sin música, no contestan emails, y no se tiran horas buscando lo que ya saben en internet… Suena a paraíso. Pues no crea que lo he soñado. Aquí, en la empresa donde he hecho esta foto, funcionan así. Por eso son los mejores de Europa en su género.
Aquí estoy, entre otras cosas, para negociar con estos águilas, porque yo, como ahora dicen los pijos del PP gallego, tengo la barrera de hablar mi lengua a la perfección: Galego
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