viernes, 31 de julio de 2009

Veere, tierra de blancas ovejas negras


Un pueblo que se monta tamaña veleta en la torre de su edifico mas singular, el ayuntamiento, fue un pueblo serio. Hoy sigue siendo un pueblo serio. Tan serio, que da gusto. Aunque mientan tanto como el Feijoo de los gallegos.
Se hicieron ricos cuando eran una isla, dedicándose a la trata de esclavos. Para limpiar el alma pecadora se inventaron la exportación de lana de oveja a Escocia. Convirtiendo el viaje a las lluviosas tierras en algo muy largo. Lanas de oveja para los escoceses. ¿Les suena de algo? ¡Si algo tienen y siempre tuvieron los escoceses fue ovejas a pasto! Más complicado era dar explicación sobre las hembras morenas que de vez en cuando se empeñaba en traer algún negrero encoñado. La solución fue inventar el tiznado crónico de las minas de carbón escocés, que no sale ni con jabón de Marsella. Incluso se construyeron una casa para los ausentes tratantes escoceses donde hoy está ubicado el restaurante de mas postín del pueblo.
Con la llegada del desarrollo dejaron de ser isla, y los puentes malviven con los secretos a voces, por lo que tuvieron que inventarse otra historia. Hoy viven de la lana de las ovejas que ya no viene ni van a Escocia; de las tripulaciones de los yates. El mejor sitio es arribar por su puerto pero si visita estos pagos acérquese en su coche. No se aburrirá. Aunque solo sea recorriendo los cientos de comercios minúsculos donde, como descendientes de tratantes de alcurnia, le venden todas las chucherías que no necesita para nada. Eso sí, a un precio muy amigable

No hay comentarios: