domingo, 21 de febrero de 2010

Me desperté sin nieve


Hacia frio. Viento. Mire entre las cortinas. Se había marchado. Silenciosa. Ayudada por las temperaturas menos gélidas y la lluvia intensa que cayó. ¿Se habrá ido hasta el próximo invierno? ¿O es un despiste modelo pepero para decir nada llenando el espacio de vaciedades? El tiempo lo dirá.
Para celebrarlo baje a Amberes. A comprar revistas para soñar lo que se puede hacer cuando el sol caliente. A comprarle a la ninfa regalo de cumpleaños. Vieja ella con las mejores piernas de gacela del universo y otras cosas que no les cuento. Fui a Amberes con hijo tres, que entiende de lo que nadie ve: ¡Papa, esa bicicleta es intelectual!
Baje a Amberes, a patinar por las calles todavía cubiertas de hielo. ¿Llegara el verano?

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