viernes, 4 de junio de 2010
El transporte público en Roma
En Roma, si puede, y tiene usted alma suicida, puede alquilar una Vespa. No, los italianos ya dejaron de trasportarse en estos cacharros inseguros solo aptos para las bien asfaltadas carreteras centroeuropeas.
En el adoquín resbaladizo lo que va son las Piaggo de rueda alta, rápidas y agiles. Puede probarlo.
Si no se atreve busque un autobús. Los hay a cientos. A ritmo de caravana sahariana. ¿Usted tiene prisa? Vaya andando, llega antes. Salvara de paso la cartera ya que en todo autobús hay varios carteristas.
Metro, hay dos líneas. Sirven para desplazarse del Vaticano al Coliseo y poco mas. Bien puestas. Muy sucias. Vigile la cartera, bolsa y vida.
Tienen algún suburbano que le lleva a las afueras donde no se le perdió nada.
Ahorre comprando un bono para tres días.
Pero si puede, lo repito, juéguese la vida, que e bella
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