viernes, 8 de octubre de 2010
En un año cambia el mundo
El año pasado por estas épocas les recomendé, de paso por La Rochelle, ir a disfrutar de los pescados bien cocinados de Chez Fred, a cote de. Chez Fred era una pescadería que desapareció al mismo tiempo que los pesqueros abandonaron La Rochelle. El restaurante siguió, se amplio, se convirtió en un lugar para disfrutar de una raya bien hecha, la isla flotante más exquisita del mundo, etc. Todo a precios normales. Con una cantinera que exhibía su buen saber.
Acabamos de volver. Un desastre. Un camarero maleducado. De esos que te perdonan la vida y que exigen que les agradezcas que te den de mal comer. El pescado a la plancha quemado. La isla de secano, ya que solo flota en una pasta inmunda. El vino de la casa, vomitivo. El precio, modelo Michelin estrella.
Vamos, que ni de borrachera se acerque por aquellos pagos. Una tragedia. El mundo, en un año, se arruina
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