La enciclopedia esta sigue empeñada en que en español se
dice Bolduque. No lo intente ya que no llega. No hay ningún holandés que en su
vida escucho tamaño insulto que en su idioma a nada suena. Ellos ni la llaman
como los letreros de las carreteras se empeñan. Es Den Bosch para todos. Es la
capital de la provincia para los que en ella viven. Es el villorrio de
funcionarios demasiado bien pagados para el resto de los mortales de la
provincia de Brabant.
Es el paradigma de la capital. Fachadas exhibicionistas
sin contenido. Fachadas una y otra vez fotografiadas por los cientos de
turistas que verano e invierno patean sus calles. Catedral para ver cuando poco
hay que enseñar. Bares mediocres. Restaurantes apestosos. Dos calles con
comercios. Las cadenas de siempre.
Viven del cuento de ser la capital. Donde los padres de
la patria venden el discurso vacío de decir que están muy ocupados. Un riachuelo
mal parido embarrado lleve o no lleve agua que se empeñan en navegar ya que en
algo hay que ocupar el día. El discurso del hambre de ideas.
¿Por qué van a verla? No me lo pregunten. Se pone una
foto tomada el día en que por fin salió el sol, con rubia camarera enseñando
las tetas en una terraza abarrotada y el pueblo, independientemente de la edad,
pica en el anzuelo. Sera estupidez animal. ¿Entiende? ¿O es que usted nunca ha
pescado alguna vez sin explicarselo?
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