domingo, 17 de marzo de 2013

TEFAF Maastricht





Es la mejor feria de arte de Europa. Probablemente la mejor del mundo. La idea es bien sencilla. Solo pueden exponer un grupo de galeristas escogidos. No solo por sus amigos, que los tendrán. La cuestión fundamental es que todo lo que se exhibe debe ser de calidad contrastada. La calidad no se define solo porque no vendan por oro lo que es de polilla. También se evita que se vendan piezas de dudoso origen o manifiestamente robadas como, p.e. en Irak.

La distinción se ve si la compara con el Brafa bruseliano. Menos dado a mantener moral calvinista. Mientras que en Bruselas se exhiben sin pudor las tallas expropiadas por los listos norteuropeos con la colaboración de los portacasullas locales en el sur de Europa, en Maastricht no se ve una. Solo joyas reales de toda Europa. Cuadros de pintores consagrados. Muebles de diseño perfecto. Algún pergamino para enmarcar.  Alguna chineseria. La calidad de lo expuesto lo invade todo.

Claro que usted allí no hace nada. Los precios de los objetos que se exhiben no están al alcanza de ningún asalariado como usted o yo. Incluso intentan disuadirnos que vayamos a verlos. Les estropeamos la fiesta a los ricos;  tanto pueblo. La medida es fácil: 55 euros la entrada. 20 a los niños. 90 la pareja. 12 aparcar... Esta a rebosar de pueblo y compradores. Hay quien ahorra todo el año para poder ir. Lo que allí se ve raramente se colgara de las paredes de un museo.

Confieso que con la deformación profesional que uno tiene, lo que me va es hacerme con un blanco, a buen precio, y contemplar el discurrir del pueblo. Llega la masa de invitados holandeses. Esos a los que les ha regalado la entrada la empresa, ya que si no no van. Todos viejos. Ellos de traje y corbata impecable. Ejecutivos que se han puesto el traje de diario en domingo. Ellas, marujas nórdicas. De permanente bien puesta, gafas rectangulares como manda la moda del mal gusto. De colores. Patean un poco, saludan a los amigos, se cuelgan pronto del bar del champan y ostras, que la cultura no crece en dos dias.

La burguesía ilustrada, los profesionales que dicen ahora, también se han vestido de domingo. Ellos con sus fulares multicolores. El pantalón rojo, el pañuelo exuberante en el bolsillo de la americana. Ellas primorosas, delgadas, de punta en blanco. La que posee piernas hermosas las enseña en minifalda independientemente de los años, con botas de caballería y aquí estoy yo que se que ese gordo es un Botero.

Los irredentos intelectuales han tirado la casa por la ventana y arrastran a la prole que, cultura de biberón y cuchara, mira y preguntan a mama que lo sabe todo. El psiquiatra descubre las anoréxicas entre las galeristas y el publico. Los compradores van de viejo. Ojo avizor no pierden una. Son los enterados que miran, remiran, preguntan, y vuelven. Visto los puntos rojos adosados a las obras de arte los capitalistas del mundo no están en crisis. Del mundo. Hoy en Maastricht se hablaban todos los idiomas del mundo, si también el de la su patria.

Es un robo, por eso no se lo recomiendo, pero si la casualidad le acerca a estos pagos, piénselo. Mientras, de consuelo, le dejo los dos videos que he robado del sitio del TEFAF. Algo si hay que reconocerles: otro año mas han hecho un excelente trabajo



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