Si se deja por
caer por Ginebra las guías de viaje le recomiendan todas lo mismo. Eso no
quiere decir nada. Ni tan siquiera que allí no haya nada que ver. Ya sabe, un
par de museos. Otro más con todo lo robado en África, Asia y Oceanía. Un par de
jardines. Aquí más que estatua le venden un muro de las lamentaciones para
reformados. Una dosis ligera de Calvino. Nada, pero absolutamente nada de la
pasta que esconden. Una o varias navegaciones por el lago que ellos llaman mar.
Etc.
Les recomiendo
otra cosa. Puestos en el rio, olvídese de los escaparates de las tiendas de
relojes impagables y busque el espacio entre
el Pont de la Coulourvrenerie y el Pont de la Machine. Allí no solo encontrara el Batiment des Forces motrices, hoy reconvertido
en centro cultural, las mejores y baratas terrazas, librería seria con
preciosos libros de arte, arquitectura, y fotografía. El restaurante de moda,
la zona de copas.. Si el agua le da pánico, no desespere. Al lado, en el Parc
Saint- Jean, encontrara lo mismo. Incluso donde comer de vegetariano si le da
el pronto. Comer, he escrito comer, no chupar lechugas.
De medio día o
tarde temprana, patee la Ile Rousseau y déjese llevar por el bulevar del Quai
du Mont Blanc, rumbo a la playa. Allí encontrar la otra Suiza. Las ninfas en
pubertad. Los negros crónicamente empalmados ofreciéndose a las necesitadas de
algo que no es sexo. La izquierda intelectual – si en Suiza hay tipos/as de
izquierda. La música de la calle. Los amigos de cerveza. Un buen lugar para
comer rápido entre los vestuarios de la playa. Los enamorados haciendo manitas.
Los viejos con lo mismo. Las lectoras impenitentes. El bancario harto de sus
zapatos y corbata. La señorita que todavía no se ha enterado que al sol acecha
el melanoma. Las comadres de la santa y real cofradía del ganchillo. Usted y
los guiris…el mundo.
Si después del
paseo busca un sitio decente para dormir sin que lo atraquen, le recomiendo –
precio suizo- el Hotel de Geneva. Y ya puestos a dar la nota, en Baladesavelo lo llevan a recorrer la ciudad en bicicleta mientras le
explican la monumentalidad ginebrina a golpe de literatura. ¿Dónde se ha visto?
De nada por la idea.
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