sábado, 28 de marzo de 2015

Camino de Suiza


Con el frío entra el gusanillo de pasar mas frío. O eso parece. La tribu se encabrito. Quieren jugar a cabra montesa. Trepar por las laderas de cualquier monte nevado para arriesgarse a partir el alma mientras lo bajan sobre dos maderas. Deporte, dicen. Lo de invierno es pleonasmo. Hace tiempo que no practico. Todo lo mas, de roca en roca; trepando para la foto única que siempre es una mas.

Juntamos los dineros y en acto irresponsable, se definió el destino: Zermatt. Aldea de la Suiza del capital. No la mas cara de Europa, pero casi. Si usted se pregunta como es posible que la gente se gaste los doblones por dormir entre cuatro maderas, pagar un dineral por una milanesa empanada a pie de pista por la que en mi pueblo le piden 4 euros 25, regalar 5 euris por un mal capuchino, etc etc, debería ir. Para encontrar la explicación. Allí, aldea de nada, se paga por el aire y el paisaje. El aire es frio y se supone que menos contaminado que el resto. Supone. El paisaje es único. Uno de los lugares mas hermosos de Europa. Lleno de ricos y pudientes pero todavía no asesinado por la masificación. Reserva de cómo fue Europa.

Claro que antes de llegar a esas tierras deberá usted recorrer otras. Los que vivimos en el norte de Europa tenemos dos opciones: La Alemania siempre en obras, llena de atascos y orden. La Francia caótica y mal encarada donde el pueblo se desplaza por donde puede. Vaya por donde vaya llegara tarde. Inútil encabronar el alma. Tómeselo con calma. En la fila, entre parada y parada contemple el paisaje. No es la foto esa, única, pero de camino, ¿ que mas quiere?



No hay comentarios: