Juntamos
los dineros y en acto irresponsable, se definió el destino: Zermatt. Aldea de
la Suiza del capital. No la mas cara de Europa, pero casi. Si usted se pregunta
como es posible que la gente se gaste los doblones por dormir entre cuatro
maderas, pagar un dineral por una milanesa empanada a pie de pista por la que
en mi pueblo le piden 4 euros 25, regalar 5 euris por un mal capuchino, etc
etc, debería ir. Para encontrar la explicación. Allí, aldea de nada, se paga
por el aire y el paisaje. El aire es frio y se supone que menos contaminado que
el resto. Supone. El paisaje es único. Uno de los lugares mas hermosos de
Europa. Lleno de ricos y pudientes pero todavía no asesinado por la masificación.
Reserva de cómo fue Europa.
Claro
que antes de llegar a esas tierras deberá usted recorrer otras. Los que vivimos
en el norte de Europa tenemos dos opciones: La Alemania siempre en obras, llena
de atascos y orden. La Francia caótica y mal encarada donde el pueblo se
desplaza por donde puede. Vaya por donde vaya llegara tarde. Inútil encabronar
el alma. Tómeselo con calma. En la fila, entre parada y parada contemple el
paisaje. No es la foto esa, única, pero de camino, ¿ que mas quiere?
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