Por
motivos que no vienen al caso toco visita rápida a Madrid. Ciudad horrible. El
calor asesino que se siente te acaba de matar. Dio tiempo a sentarse en las
terrazas repletas. ¿Están en crisis? ¿O siguen viviendo del despilfarro?
Demasiado poco tiempo para contestarle. Dice la hermana uno que todos los que
nos damos al café en la terraza somos extranjeros. Yo solo oigo español
imperial.
Dio
tiempo para recorrer alguna librería. Tenían lo que buscamos lo que es de
agradecer. Visita ultra corta al Reina Sofía, el museo, no ella. Encontramos
algunas cosas que pasaron desapercibidas en otras visitas. No dio tiempo para
patear el museo de la concubina. Si para saber que el personal de la cafetería
esta listo para ser enviado a sus casa. Unos incompetentes desmotivados.
¿Siguen en crisis?
Allí
tuvimos la gran discusión con la izquierda podemista. Siguen sin explicarnos
que paraíso nos prometen. No son de aquí ni de allá. Ni derechas ni de
izquierdas. ¿Serán de la nada? Seguro: no han leído a Gramsci. Nada saben del acumulo de fuerzas.
Siguen sin ver que con su ego jamás tomaran las riendas del destino. Nivelon lo
de estos niños. He intentado enviarles un ejemplar a los preas de Mugardos y
Gijon de “ El izquierdismo la enfermedad infantil del comunismo” del Sr. Lenin.
Ya no se encuentra; la edición de Akal esta agotada y ellas leen a Grey y ellos
nada. Seguiremos intentándolo, oiga. Que algo siempre queda dice mi madre.
Como
metáfora me quedan algunas fotos al paso y la imagen del pez espada que sigue
empalmado en el mercado de, creo, San Miguel. Allí estaba hace unos meses
cuando fui al loquerio y allí sigue. Vendiendo la nada. La exhibición de la
nada. Llamar la atención sin contenido ya que lo que vale, el pez y no su
espada, esta congelado camino de los
mercados pudientes de Asia.
En
Madrid jamás aprenderán. Siguen viviendo del resto, del cuento, de la imagen,
de la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario