Es
mentira. La hora en que salga a navegar es fundamental. Los que viven de esto
le contaran que todas las horas son buenas. La única hora perfecta se llama “
al que madruga dios le ayuda”. Intente subir al primer barco. Aunque haga frio.
Abríguese y no olvide un gorro de lana y unos buenos guantes.
La
ausencia de sol lo mejora. La combinación perfecta es cuando de mañana, sin sol
y poco antes de la pleamar usted se encuentra en medio de la ría. Los peces
entran con la pleamar. Todos. Los que comen y los que son comidos.
Hay
varias compañías que se presentan como la primera, la única, o la mas antigua.
Yo me subí a un barco de North Sailing ya que poseen los navíos mas hermosos.
Me ofrecieron un espectáculo maravilloso. Vimos saltos hasta el aburrimiento de
una hermosa Humpback whale o ballena jorobada, delfines, calderones… Mereció la
pena.
Si le
entra el hambre hay un restaurante pequeño en el extremo derecho mirando al
mar. Naustid. Hace un pescado excelente. Después merece
visitar el museo de las ballenas aunque desde fuera parezca un cubil de piratas
donde le roban la cartera
Un
ultimo consejo: el pueblo se mata por hacer fotografías. Si no esta usted
entrenado le saldrán movidas. Fijar una imagen en un barco dando tumbos es un
poco complicado. Allí, donde están las ballenas, el mar de fondo agita el barco
como una batidora. Mire, la mejor imagen es la que le queda en la retina.
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