Como siempre la realidad es, fue,
compleja. Durante el reinado de la dinastía musulmana de los omeyas no fueron
ellos, que eran numéricamente mas bien pocos, los que solo cortaron el jamón.
La población cristiana era abundante. La judía fue creciendo lentamente pero
debido a su posición social tenia un poder considerable. Para muestra un botón:
el medico y teólogo cordobés de
nacimiento Maimonedis al que se le ha hecho bandera de lo que no fue. Vivió la
mayor parte de su existencia fuera de la península.
Juntos pero no revuelto vivieron las tres
comunidades en equilibrio inestable cambiando las alianzas entre unas y otros
según el curso de los dias. Frente a la versión
oficial la mayor tiempo convivieron sin destrozarse. La sangre no corría todos
los dias. Al final gano el llamado bando cristiano por su evidente poder
demográfico. Nada nuevo acontece en el mundo. Los judíos fueron barridos del
mapa.
Hoy queda en Córdoba la única sinagoga de
Andalucía y dicen una de las tres existentes en España de ese periodo. Merece
visitarse para hacerse una idea de cómo era. Comparar su espacio con el
apabullante exhibicionismo de la mezquita que una y otra vez fue ampliada para
acoger al publico visitante.
No es lo único que se debe ver. Patear por
la judería es obligado para entender como alguna vez funciono aquel invento de
tres alturas. Esta a un paso de la mezquita. No hay perdida.
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