Gordes es el pueblo modelo de los montes
de Luberon, en la mítica Provenza. Lo pusieron de moda los europeos del norte
pudiente hace 15 años. Cuando se invadió de ingleses, holandeses, belgas,
alemanes…dispuestos o vivir con plata en la tranquilidad de una naturaleza
amistosa.
Todas las primaveras y veranos su
población se duplica y la burguesía ilustrada se relaja entre los muros de las
muchas casas que poco esconden y si se protegen del viento. Alli no hay mas que
buena vida, relajo, tiempo para disfrutar de sus amigos…a precio de oro.
Es el gran misterio que jamás han querido
responder. ¿Por qué necesitan ir al culo del mundo si lo que se puede hacer
también es posible en la vuelta de la esquina? Antes argumentaban el sol y el
calor. Se estan quedando sin argumentos con tanto cambio climático. Al final
solo será el argumento de la piscina ya que el sol, con el melanoma, hoy no.
También llegamos a Gordes. Había que verlo.
Aquel pueblo que resistió militantemente al nazismo alemán en la segunda guerra
mundial. Cerca de su abadía católica de Senanque con alma reformada. Sus casas
de piedra….buscamos donde donde dormir. Las fotos de Mas de la Beaume de los
buscadores de hoteles no son buenas. Pero otra cosa no había. Lo que nos salvo.
Encontramos una caserío maravilloso al
lado del pueblo. Donde distintas habitaciones realizadas con excelente gusto y
mejor sabor te alejan del mundo. Si alli no te relajas busca un psiquiatra.
Te darán de desayunar como a los dioses.
Con simpatía belga. Te dejaran en paz. Harás lo que quieras. Dormir, leer o contemplar
la nada. Si te entra e aburrimiento ándate al pueblo. Donde podrás comer, cenar,
beber, al precio que quieras. Si después de todo, sigues estresado, lo tuyo es
grave. ¡Ah! Lo de los precios. ¿Usted ya sabe que el mundo no es gratis, no? La
mejor relación precio calidad de la zona. Que no lo engañen
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