Le explico: Cualquier pueblo de la republica francesa que se precie tiene un mercado semanal. Los hay de bandera, todo el pueblo ocupado, como en Dieppe. Los hay tamaño reducido, como en Gordes. Todos lo tienen.
En estos mercados la esencia de la venta
es poner en manos del consumidor los productos elaborados por los campesinos y
artesanos de la zona. Alli no se llena del gitano zamorano que nos vende las
falsificaciones turcas por doquier. Esta Jan das bolas que elabora quesos de
cabra, pates de conejo, la mil de brezo,
el bastón de carvallo, la lechuga tierna, las patatas negras, los espárragos
violetas, las castañas del bosque, la fruta de la primavera…
Alli no se encontrara chineserias y hasta
la cesta de mimbre proviene de la esquina y no de Shanghái.
No se confunda. El campesino francés hace
muchos años que se ha redimido y aunque venda litros de leche gratis y se
dedique a engordar cerdos inútiles sabe que para obtener pasta liquida hay que
dedicarse a lo que compra el consumidor que se escapa de la producción industrial
del los Alcampos, Continentes y demás zarandajas. La política de la calidad a
precios asequibles ha arrasado. Al día de hoy los productos se amplían y ya
venden de todo. Hasta los vinos del verano hay que adquirirlos en el mercado.
Pues alli fuimos a Gordes. Donde
consumimos de todo, cesta incluida. ¿Quién es el inútil que va al mercado sin
cesta donde traer los manjares de la tierra?
No hay comentarios:
Publicar un comentario