Ya pueden poner el cuchillo ha afilar. La
realidad es dura. Durísima. No vamos a cambiarla. Vea si no a lo que nos ha
llevado lo políticamente correcto, el multiculturalismo, el dinero es de todos,
y demás zarandajas de los irresponsables de derechas (disfrazados abundantemente
de oportunistas de izquierdas). Ya no te puedes ni ir a trabajar tranquilamente
en el metro sin riesgo de que un descerebrado te haga saltar por los aires.
La carretera esta igualmente llena de
gente que no se si tienen cerebro. Se presupone que si ya que normalmente hacen
todas las tareas cotidianas de forma primorosa. Para lo que es necesario
conexiones cerebrales. Pero en el momento en que se sientan detrás del volante
de una lata, la jodio madre.
No le de vueltas. La explicación es
racional y esta abundantemente documentada. Las mujeres conducen racionalmente.
Con técnica. Así aprende. Así hacen. Como casi todo en la vida. Aunque usted,
macho, pertenezca a la cofradía de los que piensa, se lo han enseñado en la
reacción católica, que la mujer es un ente irracional y caprichoso. Nada mas
lejos de la realidad. Sus vidas esta regulada por el deseo, pero regulada con
la misma perfección que han regulado la suya; aunque usted no se entere.
Así no se puede andar por la carretera.
Llena de energúmenos. En el asfalto la lógica, el entrenamiento técnico,
racional, fracasa de golpe. Conducir bien bien es un acto instrumental. Pasión
al fin y al cabo. Acercarse a los limites de la lógica y el sentido común para
no ser derrotado. Lo que lleva la búsqueda de los limites. Si lo hace llevara
un gran trompazo. Esa línea no es amada por las mujeres y si representa el
sueño colectivo del macho: buscar los limites. Romperlos. Superarlos.
Conducir es despertar el placer de
recorrer kilómetros gozando del viaje. Lo mas parecido al sexo pasional. Algo
que explicado a las mujeres jamás lo entienden. ¿Placer de conducir kilómetros?
¿Ya lo ha cogido? Tenemos conceptos distintos de sexo pasión. Por eso no cometa
el error de pensar que las mal folladas son mal conductoras y viceversa o se
llevara un chasco. Mas bien tendrá que retroceder a los efectos colaterales de
la revolución agrícola aunque le parezca a usted una locura. Desde aquella, el
ojo puesto siempre en los resultados de la cosecha nos ha puesto la angustia
vital en el cerebro femenino. Algo que al macho cazador o medio cazado todavía se
le resiste.
¿Y el tercio de los machos que tampoco
pueden? Eso es psiquiatría. O si usted quiere biología pura. Es mas o menos la
proporción de población masculina que los batas blancas llaman espectro
autista. Una barbaridad mucho mas fácil de explicar: los machos que no son
capaces de generalizar lo que aprenden y fracasan en el uso de las
interacciones sociales. Y eso, andar por el asfalto, aunque a usted le parezca
mecánica no es mas que relación social.
Para acabar, he escrito mayoría de.
Comparto lugares con hembras que conducen mejor que lo que usted jamás podrá
conseguir. ¿Cómo lo han conseguido? Eso: Aprendiendo que todo acto instrumental
se puede aprender cuando eres dueña de tu destino. Aceptar el riesgo. Hacerte
mayor. Que no decidan por ti: ni dios, ni rey, ni marido.
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