Tendría que tirarlos al mar. Pero no se acostumbra. Seria además una inversión mala. Aunque usted no lo reconozca, los antropólogos hace siglos que lo demostraron: lo del amor a los hijos y esas cosas, sí; pero también la mejor inversión de que alguien nos cuide cuando andemos viejos y descangallados. ¡No sea hipócrita, coño, y niéguelo!
A lo que iba, que son unos desagradecidos. Yo, gastándome los euros en mandarlos todos los años a que aprendieran a navegar a vela y ahora me salen que lo que quieren es que les compre una fuera borda, ya que el bote navega muy lento y eso del velamen es un incordio.
Tendré que dejarlos sin navidad , reyes, cumpleaños, y demás fiestas de guardar. A pan y agua. Mandarlos a las galeras del moro. Suplicio de pirata malayo…y va la parienta y me regala un libro en el que leo “….por fin derrotamos a la dictadura del viento cuando dotamos al barco con su primer motor”
¿Se habrán puesto todos en contra? ¿Tendrán un plan establecido?
Cúbrase las espaldas. Tarde o temprano usted también será atacado por el virus de los inmediatos, la generación de los que no soportan la espera, y mucho menos son capaces de disfrutar de la eternidad de tener todo el tiempo del maroceano